Nadie a la vista, no hay coartada, estamos desapareciendo más rápido que la velocidad de la luz, aprovechar las oportunidades, chocar y quemarnos, no, nunca vamos a aprender.
Me desmoroné, pero me levanté una vez más, ambos pudimos ver tan claro como el cristal que el fin inevitable estaba cerca, tomamos nuestra decisión a prueba de fuego.
LUCHAR ES LA ÚNICA FORMA DE SENTIR.
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